La epistaxis es el sangrado por las fosas nasales ya sea por la parte anterior de la nariz o por la parte posterior hacia la nasofaringe con comunicación hacia la cavidad oral.
Hay dos tipos de epistaxis, la más frecuente es la epistaxis anterior en el cual el sangrado se debe a ruptura de capilares sanguíneos en la fosa nasal, siendo el sitio más frecuente de ruptura el plexo septal anterior ubicado en el tabique nasal. Esta área es muy sensible a la irritación y a la manipulación, siendo relativamente frecuente la ruptura de estos capilares. Este sangrado anterior usualmente es autolimitado y en cuanto a volumen de sangrado puede ser leve a moderado.
Las causas de un sangrado nasal anterior pueden ser automanipulación (frecuente en niños alérgicos que se rascan la nariz y se rompen los capilares), los golpes en la nariz (traumatismo durante actividades deportivas, fracturas nasales), los cambios ambientales bruscos (en los adultos se forman costras de sangre dentro de la nariz al viajar a climas diferentes al que están acostumbrados), alteración de coagulación.
El sangrado anterior por ser autolimitado, si no es frecuente, no requiere ningún tratamiento específico, se le pude hacer presión en el área de las alas nasales al paciente por unos minutos y el sangrado debe detenerse. Si el sangrado es recurrente, se debe acudir al especialista, pudiendo requerirse una cauterización de los vasos sangrantes. Si no se visualiza el área de sangrado sería necesario visualizar la nariz con una endoscopia nasal, ya que en pocos casos el sangrado se podría asociar a alguna tumoración nasal.
El sangrado nasal posterior, el cual es menos frecuente, se produce por la ruptura de un vaso sanguíneo de mediano calibre, por tumoraciones en la nariz benignas o malignas, por alteración de la coagulación. Una causa frecuente de la ruptura de esos vasos es la presión alta. A diferencia del sangrado anterior, el paciente sentirá la sangre bajar primero por la boca antes de sangrar por la nariz. Este sangrado usualmente es abundante y el paciente debe ser tratado con celeridad. A fin de controlarlo se requerirá un taponamiento nasal si no se logra determinar el área de sangrado o se llevara al paciente al salón de operaciones para control directo del vaso sangrante.
Todo paciente con epistaxis recurrente debe ser evaluado a fin de conocer la causa y poderle dar el tratamiento adecuado.
Los pacientes con sangrado posterior son una urgencia médica y deben ser atendidos prontamente a fin de evitar complicaciones, además de tratar las causas asociadas como la hipertensión arterial.