

A pesar de haber pasado varias décadas de la confirmación de la transmisión del virus del SIDA al recién nacido por parte de la madre y, aún más importante de conocer cómo se puede evitar en un porcentaje extremadamente alto esa transmisión, muchas madres no se hacen la prueba del VIH durante el embarazo.
Si una madre es portadora del virus del SIDA, se lo puede pasar a su hijo en tres periodos: Durante el embarazo, durante el parto o durante la lactancia. Por lo tanto, el primer paso es saber si la madre es portadora del virus, de hecho muchas lo son y lo desconocen. Recuerden que tener el virus no necesariamente significa tener la enfermedad, sin embargo, al tener el virus siempre existe la posibilidad de transmitirlo a su hijo en los momentos ya descritos.
Si una madre es portadora del virus debe recibir tratamiento en contra del virus del SIDA para disminuir su carga viral y aumentar sus defensas; de esta forma se disminuye casi un 99 % la posibilidad de transmitirlo a su hijo. Además si la carga viral es indetectable y sus defensas están normales, se puede permitir el parto sin riesgo de transmisión al hijo. De lo contario es preferible una cesárea. Además se debe evitar la lactancia.
Por lo anterior, podemos concluir que hacerse el examen del SIDA durante el embarazo va más allá de saber si la madre porta el virus y recibir un tratamiento para ella, pues involucra poder tomar las medidas necesarias para evitar que otro ser humano indefenso se infecte.
Dr. Paulino Vigil-De Gracia
Ginecólogo Obstetra
MD, MSPOG, FACOG, APMC.
Investigador Distinguido de SENACYT
Director de Docencia e
Investigación Instituto ISCIS