

Estudios científicos revelaron que existe una asociación entre la contaminación del aire y la ansiedad de las personas. Entendiendo a esta última como el trastorno psiquiátrico más frecuente que afecta a nivel mundial cerca del 16% de las personas en alguna etapa de la vida.
La contaminación del aire por partículas colabora en el desencadenamiento o empeoramiento de este trastorno a través del estrés oxidativo o la deterioración de una complicación de salud ya existente.
La investigación se realizó sobre 71.271 mujeres de entre 57 y 85 años. La exposición a partículas contaminantes PM2,5 y PM 2,5 – 10 se determinó a partir de los datos geográficos y meteorológicos nacionales, y estimó al mes, tres meses, seis meses, un año y 15 años antes de la evaluación de la ansiedad.
El indicador común para la exposición a la contaminación del aire en relación al tráfico fue la distancia del lugar de residencia a la carretera principal más cercana. A cada participante se le realizó un cuestionario de ansiedad con ocho preguntas de autopercepción de síntomas que incluyen temor, deseo de evasión y tendencia a preocuparse. Y también se tuvo en cuenta el nivel socioeconómico, la educación, la edad y el estado civil de las mismas.
Los resultados mostraron que alrededor del 15% de las mujeres experimentaron síntomas elevados de ansiedad, figurando como principales responsables de esto las PM2.5, que mostraban una asociación significativa con este trastorno. Las mujeres cuyo domicilio se encontraba entre 50 y 200 metros de una carretera principal eran más propensos a tener síntomas de ansiedad más elevados que los que viven más de 200 metros de distancia. La exposición reciente tiene una asociación más significativa con la ansiedad y los efectos fueron más fuertes después del primer mes de exposición.
Según publica la ABC la publicación fue acompañada de un editorial a cargo de Michael Brauer de la Universidad de Columbia Británica, que expresa que esto estudios “confirman la urgente necesidad de gestionar la contaminación del aire a nivel mundial como una de las causas de la mala salud” y que la reducción de “la contaminación del aire podría ser una manera rentable de reducir la gran carga de la enfermedad, tanto cardiovascular como mental”.
René Velasco
