

Dra. Maryorie K. Bernal F.
Dermatología
El Lupus Eritematoso es una enfermedad autoinmune, inflamatoria crónica de etiología desconocida, caracterizada por afectación de múltiples órganos y sistemas dentro de ellos la piel cuyas lesiones constituyen una de las manifestaciones más visibles y frecuentes.
Los pacientes que expresan enfermedad en la piel no tienen, en su mayoría, complicaciones sistémicas graves pero sí importante morbilidad dada la extensión, cronicidad, riesgo de cicatrices y desfiguramiento de la apariencia física; sin embargo éstas aparecen en un 80 % de los pacientes con Lupus Eritematoso Sistémico (LES) y forman parte de los criterios de clasificación de la enfermedad.
Manifestaciones Cutáneas Específicas
El Lupus Eritematoso Cutáneo (LEC) se divide en:
1. Lupus cutáneo agudo: las lesiones aparecen en aéreas fotoexpuestas (cara, cuello, escote, tercio superior de la espalda, superficies extensoras de extremidades superiores y dorso de manos) y se caracterizan por una erupción malar que se extiende sobre las mejillas y el puente de la nariz en forma de alas de mariposa. Aparecen con frecuencia en el curso de un LES ya diagnosticado, aunque a veces son la primera manifestación de la enfermedad.
2. Lupus cutáneo subagudo: las lesiones son extremadamente fotosensibles aparecen en áreas fotoexpuestas y tienen carácter transitorio (curan en pocas semanas o meses), sin dejar cicatriz. Debe sospecharse cuando tras la exposición solar aparecen máculas, pápulas o placas eritematosas que evolucionan hacia la formación de lesiones anulares o policíclicas con un centro claro y un borde eritematodescamativo, o bien, con menor frecuencia, placas eritematodescamativas de aspecto psoriasiforme.
3. Lupus cutáneo crónico: es la forma más frecuente. Consiste en pápulas o placas eritematosas y descamativas o hiperqueratósicas, bien delimitadas, con tendencia a la cronicidad y crecimiento periférico, que dejan cicatrices atróficas, con pérdida de anejos y alteraciones de la pigmentación. Es la forma de LEC que menos se relaciona con la afectación sistémica.
Posibles Causas
• Se presenta entre los 15 y 40 años durante los picos de fertilidad, por lo que los estrógenos, se consideran como un factor clave en su desarrollo.
• Factores genéticos, ya que se ha demostrado una estrecha relación entre algunas formas clínicas de la enfermedad y algunos antígenos de histocompatibilidad.
• Probablemente sobre estos factores genéticos de predisposición actúan diversos agentes desencadenantes como factores ambientales, como la luz solar que exacerba la enfermedad.
• La prescripción de ciertos medicamentos pueden causar manifestaciones.
• Los virus y bacterias pueden afectar al sistema inmunológico haciéndolo más susceptible.
• Tabaco: en estudios se ha visto que las personas fumadoras tienen mayor riesgo de padecer esta enfermedad que las que no fuman y las que han dejado de fumar que puede estar relacionado con la presencia de aminas aromáticas lupógenas en el humo del tabaco.
Medidas Preventivas
• Protección solar: evitar la exposición solar y otras fuentes de luz UV, usando protectores solares con un elevado factor de protección (>50+), así como usar ropa protectora.
• Dieta y nutrición: dieta equilibrada baja en sal y control del peso.
• Ejercicio: la inactividad producida por la enfermedad activa origina una pérdida de masa muscular, desmineralización ósea y pérdida de la fuerza que puede ser evitado con ejercicios graduales, adaptados a las posibilidades del paciente.
No fumar
Los medicamentos utilizados para tratar enfermedades de la piel relacionados con el Lupus dependen de la forma de LEC y debe ser prescrita por el médico dermatólogo tratante, quien debe realizar una correcta evaluación sistémica antes de la instauración del tratamiento y valoración por otras especialidades, de ser necesario, para que dicho tratamiento y seguimiento sea óptimo.