

Cuando hablamos de reposo, nos referimos a evitar cualquier tipo de trabajo y a que la persona se mantenga sentada o acostada la mayor parte del tiempo. Hay condiciones durante un embarazo que nos obligan a recurrir al reposo como lo son cardiopatías graves; o complicaciones propias del embarazo como ruptura de membranas o placenta previa sangrando.
Sin embargo, el embarazo no mejora o no tiene mejores resultados simplemente por reposo, ya que el reposo pretende evitar o mejorar la complicación existente. Muchas mujeres, familiares e incluso profesionales de la salud creen que por estar en reposo el embarazo tendrá un mejor resultado, pero esto no es cierto.
Incluso las complicaciones pueden ser peores por el reposo. Es común pensar que si existe una amenaza de aborto o de parto o presión alta, el reposo ayuda a evitar la complicación, pues no existen estudios de adecuada calidad que prueben que esa práctica sea buena.
Incluso el reposo puede ser perjudicial, ya que el embarazo favorece la formación de coágulos y si además se recurre al reposo en cama, la posibilidad de formar coágulos e incluso muertes por tromboembolismo es mayor. Además, se estimula el sedentarismo, el aumento de peso y lo más importante NO evita complicaciones, sino que las puede favorecer.
Dr. Paulino Vigil-De Gracia
Ginecólogo Obstetra
MD, MSPOG, FACOG, APMC.
Investigador Distinguido de SENACYT
Director de Docencia e Investigación Instituto ISCIS