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Ciudad de Panamá

Viviendo con incontinencia urinaria: Consecuencias psicosociales

Dr. Cleveland Beckford

Urología

Comenta una de mis pacientes: “La incontinencia no te mata, sólo te quita la vida”. Ésta es una condición que es estigmatizada socialmente. Está bien sufrir de hipertensión, de diabetes, tener visión reducida, pero no está bien gotear orina. Esto conlleva una “vergüenza personal” que definitivamente tiene un impacto severo en la persona y en su vida.

El impacto psicológico de la incontinencia incluye que la persona se sienta abochornada, ansiosa, con miedo de perder orina la próxima vez por lo que se siente preocupada, con sensación de pérdida del control sobre sí mismo, la persona se autocrítica más severamente lo cual puede conllevar a depresión y pérdida de autoestima.

Sin embargo, este impacto en las personas es muy variable y va desde la persona que no le da nada de importancia a esta situación y la ignora totalmente, hasta la persona que se siente tremendamente afectada y se aísla de su entorno. Todo depende de la personalidad, de sus relaciones personales y de su entorno social.

Hay muchos estudios que relacionan directamente la incontinencia urinaria con depresión, y demuestran que hasta 30% de las pacientes que sufren de incontinencia desarrollaron depresión, mientras el 17% de las pacientes que no tenían incontinencia.Si esta incontinencia está asociada a urgencia hay hasta un 45% de aumento en las posibilidades de desarrollar depresión. Así el impacto social de la incontinencia incluye que las pacientes sean excluidas de su grupo social, provoca tensión en las relaciones intrafamiliares, afecta la función sexual, ya que hay menor respuesta sexual la persona puede disminuir su productividad, puede aislarse socialmente y es una de las principales razones de admisión en las casa de cuidado de la tercera edad (Home cares).

Menos del 60 % de las personas que tienen incontinencia la reportan a su médico y cuando se analiza la razón, esto fue lo que las pacientes reportaron: “No me molesta… Todavía”, “yo no tengo incontinencia”, “esto va a desaparecer”, “esto es normal después de los partos”, “es parte normal del envejecimiento”, “es que ya estoy muy vieja”, “es que esto no tiene tratamiento”, “no sé cómo decírselo a mi doctor”, “esto yo lo puedo manejar”.

Hay pacientes que deciden manejar este problema y esto implica aspectos sociales como: Restricción de la comunicación con la familia, con los amigos, en el trabajo por miedo a que se den cuenta que se tiene el problema. Aspectos económicos, ya que la persona tiene que invertir en protectores, pañales de adulto, comprar ropa de color oscuro para disimular los episodios de escape. Deterioro de su estado general de salud, ya que deja de hacer ejercicio (por miedo a que la huelan a orina o la vean mojada), reduce la ingesta de agua y de ciertos alimentos que los relaciona con la pérdida de orina

La incontinencia urinaria tiene un impacto importantísimo en varios aspectos de la paciente que la sufre, debido a múltiples razones. Pero, es un problema que en la mayoría de los casos se puede diagnosticar y se puede tratar en forma exitosa. Al final la recomendación es que consulte o lleve a su familiar a su Urólogo.

Publicado en: Articulo Médicos, Urología
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