Las piedras en la vesícula, cálculos en la vesícula o Colelitiasis, como es su nombre científico, es una enfermedad frecuente en la comunidad y a pesar de eso, existe una gran cantidad de dudas sobre sus síntomas predominantes y su tratamiento. Comencemos por lo básico, la bilis. La bilis está compuesta por colesterol, fosfolípidos y sales biliares, y estos tres componentes dependen de una relación muy estrecha para mantenerse en forma soluble. Una mínima alteración en estos componentes hacen a la bilis más susceptible de depositarse, formando el “barro biliar” (un precursor de las “piedras”). Pero también hace falta algo para tener cálculos… ¡una vesícula enferma! Así es, debe existir una alteración dentro de la vesícula para permitir que se depositen estos minerales y se formen los cálculos. Es por eso que se extrae la vesícula biliar, no porque tenga piedras, sino porque las produce.
Historia natural de la enfermedad
Una vez que se forman las piedras en la vesícula, ellas se mantienen sin síntomas o pueden producir síntomas como el dolor cólico vesicular, debido a una piedra que obstruye la salida de la vesícula. Complicaciones adicionales relacionadas a esta enfermedad son la colecistitis aguda (inflamación severa de la vesícula), la coledocolitiasis (piedras en el conducto principal del hígado), colangitis (infección con pus en la bilis), pancreatitis (inflamación aguda del páncreas) y hasta cáncer de vesícula.
Si el (la) paciente tiene dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, debe ser intervenido(a), ya que ellos tienen un alto riesgo de desarrollar complicaciones. Estos pacientes tienen un 3% de probabilidad por año de tener una complicación seria relacionada a las piedras de la vesícula, y al menos un 8% de probabilidad por año de ser intervenido quirúrgicamente. Resumiendo, una vez que la vesícula biliar empieza a doler, la probabilidad que usted requiera una operación es alta y se incrementa mientras más tiempo pasa.
El ultrasonido es el método de elección para hacer el diagnóstico, así como para determinar si estamos ante un caso complicado o simple (cólico biliar).
Formas de presentación
La colecistitis crónica es el resultado de múltiples ataques de dolor vesicular produciendo cicatrices, y como resultado final, una vesícula disfuncional. El dolor usualmente es en el cuadrante superior derecho o en el epigastrio (“boca del estómago”) y frecuentemente se irradia a la parte superior derecha de la espalda. En la mitad de los casos, el dolor se presenta luego de una comida copiosa y generalmente dura de 1 a 5 horas. Raramente, el dolor dura menos de una hora o más de 24 horas. Si el dolor se mantiene por más de 24 horas, debemos pensar en una complicación grave de la enfermedad como la colecistitis aguda (inflamación severa de la vesícula con infección en sus paredes). En los cuadros severos, esta complicación se asocia en un 5 a 10% de los casos, con gangrena y perforación vesicular, poniendo en riesgo la vida del paciente. En algunos centros se manejan los pacientes con colecistitis aguda con antibióticos intravenosos para “enfriar” la vesícula y proceder con la cirugía 6 semanas después. Un 20% de los pacientes no responderá al tratamiento antibiótico y tendrá que ser llevado de urgencia a cirugía. De tener disponibilidad de sala de operaciones, recomendamos operar estos casos en las primeras 48 horas.
Tratamiento
Hoy en día, contamos con la Colecistectomía Laparoscópica como método de elección para la extracción de la vesícula biliar. La morbilidad y mortalidad del procedimiento es similar a las cifras que se muestran en cirugía abierta. La colecistectomía es la cirugía gastrointestinal más común en los Estados Unidos (más de 700.000 cirugías al año). Para llevar a cabo el procedimiento, se realiza un orificio de 1 cm (10 mm) cercano al ombligo, donde se introduce un trocar (algo así como un tubo) y se inyecta C02 a la cavidad abdominal, permitiendo introducir el resto de los trocares (uno de 10 mm y uno de 5 mm) a través de los cuales se realizará la cirugía. Una vez terminada la operación, se retira la vesícula por el ombligo. La ventaja del procedimiento es que los pacientes permanecen muy poco tiempo en el hospital, la recuperación es mucho más rápida, hay un beneficio estético, ya que las heridas difícilmente se notan y presentan menos dolor post operatorio.
Si usted tiene alguna duda al respecto, consulte con su médico de confianza y de preferencia, un cirujano con experiencia en colecistectomía laparoscópica.
Dr. MOISES CHITRIT AMAR
Cirugía General
Cirugía Laparoscópica