Dr. Paulino Vigil-De Gracia, MD, MSPOG, FACOG, APMC
Ginecología y Obstetricia
Los embarazos gemelares se presentan con una frecuencia del 1 – 2 % de todos los embarazos. Muchos de forma natural o espontánea, y obvio otros producidos por las técnicas reproductivas existentes.
Cada vez que le informas a una mujer o a la pareja que tienen un embarazo gemelar la sorpresa ligada a la alegría es evidente. Sin embargo, desde el punto de vista médico no es de alegría la vigilancia de un embarazo gemelar, por las altas complicaciones maternas y fetales que se pueden presentar.
Debe ser de obligación para el médico y de interés para la pareja determinar lo más pronto posible el número de placentas y bolsas que tiene ese embarazo gemelar, pues esto nos da una idea de las posibles complicaciones y resultados. Sin duda, los mejores resultados se dan cuando existen dos placentas, pues es como si cada bebe vive en su propia casa usando todo de forma individual. Al presentarse en una sola placenta se aumentan las complicaciones fetales, pero éstas son peores si además están en una sola bolsa.
Si están en una sola placenta es como vivir en una sola casa usando todo en común, pero si son dos bolsas es como tener cada uno su cuarto y, si es una sola bolsa, no sólo es compartir todo lo de la casa sino además es estar en el mismo cuarto, y como es entendible las distribuciones de beneficios no siempre son iguales. Digamos entonces que lo ideal es tener dos placentas y, que lo peor es una placenta y una sola bolsa para ambos.
Las complicaciones más comunes al final del embarazo son nacimientos prematuros, ruptura de membranas y desarrollo de pre-eclampsia o hipertensión.
Es bonito tener un embarazo gemelar pero las complicaciones fetales y maternas son mucho mayor.