Los primeros auxilios que se brindan a víctimas de quemaduras graves antes de que lleguen los servicios sanitarios reducen las secuelas e incluso, pueden evitar su fallecimiento. Pero tan importante es conocer qué hay que hacer como qué acciones se deben evitar para no perjudicar al afectado.
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Si la víctima tiene afectadas las vías respiratorias, no colocarle una almohada ni similar debajo de la cabeza.
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Verificar que respira. Si no lo hace, abrir las vías respiratorias y, si es necesario, empezar con las maniobras de respiración artificial.
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Proteger la piel afectada con gasas estériles húmedas o, en su defecto, con sábanas limpias; aunque hay que evitar que disminuya demasiado la temperatura corporal, sobre todo, si las quemaduras afectan a una gran extensión del cuerpo no aplicar nada encima de las lesiones ni manipular las heridas o ampollas.
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Si la quemadura está en dedos de manos o pies y hay disponibles gasas estériles no adhesivas, colocarlas separando los dedos entre sí.
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Mantenerlo en decúbito supino (boca arriba), a menos que tenga la espalda afectada; en este caso, ponerlo en decúbito lateral.
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No dar al afectado ni comida ni bebida.
Dando inicialmente estos primeros auxilios podemos minimizar las consecuencias de las quemaduras.

