1. Reduce las porciones poco a poco.
De acuerdo con Heidi Grant Halvorson, autora del libro “How we can reach our goals”, dejar de tomar refresco de golpe es una estrategia que fracasará en poco tiempo. Lo ideal es que disminuyas la cantidad diaria en un 20%.
2. Cambia las cosas de lugar.
Por ejemplo, si lo colocas al alcance de tu mano derecha muévelo al lado izquierdo, para evitar que los bebas de forma automática.
3. Marca un calendario.
Cada día que no tomes refresco pon una marca en el calendario, esto te ayudará a romper con el mal hábito.
4. Sustituye la efervescencia.
Esta es una de las características adictivas del refresco, por ello, se recomienda beber un poco de agua mineral con un toque de agua natural.
5. Cambia la cafeína.
La mayoría de las personas son adictas a los refrescos de cola, así que una buena alternativa para dejarlos es encontrar un sustituto temporal de la cafeína como café o algunos tipos de té en versión helado o frío.
6. Hidrátate.
Normalmente las personas calman la sed con los refrescos, sin embargo, cuando estés a punto de caer en esta situación bebe un gran trago de agua natural.
7. Cambia el consumo de azúcar.
Eliminar por completo el consumo de refresco puede causar ansiedad, debido a la falta de azúcar que éste proporciona; sin embargo, esto puedes evitarlo al consumir alguna fruta.
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