El uso de videojuegos activos que siguen el movimiento del jugador para controlar el juego, lo que se conoce como exergaming y ofrecen videoconsolas como Xbox Kinect o Nintendo Wii, puede proporcionar una forma alternativa de ejercicio para contrarrestar las conductas sedentarias de los niños, según un estudio programado para su publicación en The Journal of Pediatrics.
Los niveles de inactividad física y la obesidad son muy altos en los niños, con menos del 50% de los niños en edad escolar primaria y menos del 28% de las niñas que cumplen los niveles mínimos de actividad física necesarios para mantener la salud.
Resultados convincentes
Louise Naylor e investigadores de universidades de Australia y el Reino Unido, evaluaron a 15 niños, de 9 a 11 años de edad, que realizaron exergaming de alta intensidad durante 15 minutos (Kinect Sports - 200m vallas), de baja intensidad (Kinect Sports - Ten Pin Bowling), y una prueba de esfuerzo (cinta de correr) y midieron su gasto energético y respuesta vascular a cada actividad utilizando la dilatación mediada por flujo (FMD), una medida validada de la función vascular y la salud en los niños.
Los científicos encontraron que exergaming de alta intensidad provocó un gasto de energía equivalente al ejercicio de intensidad moderada y los videojuegos activos de intensidad baja tuvieron como resultado un gasto de energía equivalente al ejercicio de baja intensidad.
Según Naylor, exergaming de alta intensidad puede ser una buena forma de actividad para que los niños obtengan beneficios saludables a largo plazo. “Estos resultados apoyan la idea creciente de que la actividad de alta intensidad es beneficiosa para la salud de los niños y que exergaming de alta intensidad debe considerarse como un medio para alentar a los niños a ser más activos”, concluye.
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